Hay que tener valor para posar delante de Oskar Kokoschka.

La mayor parte de los retratos que realizaba el pintor austriaco los hacía por encargo y la mayor parte de ellos le eran devueltos. A muchos no les gustaban los cuadros del que, posteriormente, fuera considerado uno de los mejores retratistas del siglo XX. ¿Qué razones tenían sus clientes para devolverlos? ¿Porqué se despreciaban esos retratos?

Lo que ocurre es que las expectativas del cliente y las motivaciones del artista no eran las mismas. Oskar Kokoschka no pinta lo que tú quieres ser, él pinta lo que eres.

Mirar tu retrato, pintado por éste artista, es enfrentarse a tu ser más profundo, en sus cuadros se ve reflejada la personalidad, el alma y seguramente los miedos de la persona retratada. Definida ésta parte de su pintura por algún autor como retrato psicológico al artista le importaba bien poco lo agraciado o no de la postura, el gesto o la juventud del retratado. A él le importaba descubrir su esencia, su personalidad.

Según dicen, si te miras fijamente a los ojos en un espejo, puedes experimentar lo que los psicólogos llaman "vértigo de identidad" o cómo dice Jean Cocteau "Los espejos, antes de darnos la imagen que reproducen, deberían reflexionar un poco"

Pues eso mismo le podíamos decir a Kokoschka... Vamos hombre... ten un poco de piedad con el retratado que no todo el mundo está preparado para enfrentarse a si mismo!!!

Pero Adolf Loos si tuvo valor. El arquitecto austriaco comprendió su arte y no sólo se dejó retratar sin devolver el lienzo sino que compró gran parte de los cuadros devueltos que almacenaba el artista, fue su mecenas durante un periodo de tiempo y le introdujo entre los intelectuales de la época.

Adolf Loos pintado por Oskar Kokoschka 



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Buscar denodadamente la belleza

El pasado 24 de febrero de 2014 Alberto Campo Baeza fue elegido miembro numerario por la sección de Arquitectura de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. El 30 de noviembre del mismo año leyó su discurso de ingreso en la corporación académica.


El título del discurso muestra a las claras las intenciones del Arquitecto desde el principio. En "Buscar denodadamente la belleza" Campo Baeza confiesa que bien como Arquitecto, enseñando como profesor o poniendo por escrito sus ideas, lo que de verdad busca con ahínco, con toda su alma, denodadamente, es la BELLEZA.



"Cada nuevo proyecto ha sido y es para mí una ocasión de buscar y encontrar esa belleza"

Conseguirla es la mejor forma de hacer más felices a los hombres. Llegar a ella debe ser la aspiración no sólo de la Arquitectura, sino también de toda labor creadora.

Todo aquel que comparta con él tan loable fin y realice un trabajo riguroso, profundo, preciso. Si está acompañado de la razón en el proceso puede lograr resultados.

El Panteon de Roma, la Alhambra de Granada o el pabellón de Barcelona de Mies Van der Rohe son ejemplos de éxito. Arquitecturas indestructibles que nos trascienden y permanecen para siempre.



Remata el discurso con éstas profundas palabras:

"He perseguido la belleza con denuedo. He buscado la belleza con ahínco. He andado tras la belleza desesperadamente.
He buscado y busco y buscaré la belleza hasta morir o hasta matarla. Matarla de amor cuando la encuentre, pues he puesto mi alma en tal empeño. Como lo hacen muchos de ustedes, los académicos que hoy me escuchan que cada día tratan de poner en pie con su arte, hasta morir, la belleza tan ansiada."

Puedes leer el discurso completo aquí
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Antes y después (5)

Antes y después en la reforma de un bar-restaurante en Madrid.
Unificar materiales, hacer que la atención se centre en pocos elementos y cumplir con un plazo muy reducido de ejecución fueron las premisas fundamentales a seguir en éste trabajo.

















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Mies venció a Venturi

Me imagino a Venturi, en zapatillas,  sentado en el salón de su casa leyendo las tesis de trabajo de Mies Van der Rohe escritas en 1923:
  “Rechazamos reconocer problemas de forma, sólo problemas de construcción.
La forma no es el objetivo de nuestro trabajo, sino sólo el resultado.
La forma, por sí misma, no existe.
La forma como objetivo es formalismo; y lo rechazamos.
Nuestra tarea, en esencia, es liberar a la práctica constructiva del control de los especuladores estéticos y restituirla a aquello que debiera de ser exclusivamente: construcción.”

En ese preciso instante Venturi se siente horrorizado...

Casa en Delaware. Venturi, Rauch y Scott Brown, 1978-1983. Alzado Oeste.
Casa en Delaware. Venturi, Rauch y Scott Brown, 1978-1983. Alzado Oeste.
Venturi, que es más que moderno (es postmoderno), que rechaza la austeridad y el minimalismo, que ama la decoración añadida, que utiliza lo complejo cómo material de trabajo.
Venturi, que defiende el “edificio pato” como una construcción sincera pues sin necesidad de carteles o publicidad es capaz de mostrar a cualquiera que lo vea la actividad que en él se realiza.
Venturi, que cree que lo ordinario y lo banal se justifica por su propia existencia y en una reinterpretación de las formas clásicas de un modo muy irónico.
Pues menos mal que al final venció Mies y no son demasiado habituales los aeropuertos con forma de avión, los garajes con forma de coche o las granjas con forma de vaca…

Aunque no nos hemos librado del todo…

Edificio Pato en Long Island (EEUU), Museo del té en Meitan (China) y Museo Coca-cola en Atlanta (EEUU)
Edificio Pato en Long Island (EEUU), Museo del té en Meitan (China) y Museo Coca-cola en Atlanta (EEUU)
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La idea construida

Dice Alberto Campo Baeza que la ARQUITECTURA es siempre IDEA CONSTRUIDA.

IDEA es PENSAR en el QUÉ se quiere hacer, dando respuesta a cuestiones cómo el contexto, la historia y la función, teniendo siempre el hombre como centro.

CONSTRUIR es CÓMO materializar esas IDEAS

Y no hay ARQUITECTURA si no van unidas CONSTRUCCIÓN e IDEA. La idea no construida no es Arquitectura y la construcción sin idea, demasiado común por desgracia, tampoco lo es.

Pues en ésta vivienda de fin de semana con vistas al mar se puede hablar de ARQUITECTURA con mayúsculas.

Nicos Valsamakis

La vivienda fue diseñada por el arquitecto griego Nicos Valsamakis y construida entre 1961 y 1963 en Anavyssos, Attica (Grecia) para el ingeniero y constructor Alekos Lanaras.

Planta de la vivienda

Conjuga idea y construcción en el sentido en el que habla Campo Baeza con una claridad y limpieza meridianas.

croquis de idea

edificio en construcción

edificio en construcción

edificio en construcción

Vivienda terminada

Vista de la entrada

Vista de la cocina

Vista del comedor

Vista del comedor

Vistas

Fotografías de Dimitris Kalapodas                                                               vaquerizoarquitectos
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¿Un hogar para ancianos?




El Proyecto
Fue una maldición que el chico terminara la carrera de arquitecto. 
Antes sus padres vivían en una casa de payés encalada cuyas paredes durante dos siglos habían creado un interior profundo que olía a manzana. En el corral había una higuera y un limonero. 
Mientras el vástago de esta humilde familia de labriegos estudiaba en la ciudad las teorías de Mier van der Rohe, de Otto Wagner y de los vanguardistas más audaces, en aquel corral florecían cada año los rosales junto al gallinero. 
Había sido un alumno aventajado, pero aun así no encontró trabajo al finalizar los estudios. Sus padres con gran sacrificio le dieron una salida y el hijo sólo quiso rendirles un homenaje realizando para ellos un proyecto que fuera a ¡a vez una prueba de amor y de audacia. La casa familiar fue derruida.

Desaparecieron las frescas estancias por donde corría la brisa después de inflar las cortinas de flores. También se ausentaron los antiguos perfumes que dormían en las arcas, los matices de luz que la cal arañada había dejado entre las vigas. Sobre este derribo creció un cubo de acero y cristal de tres alturas y allí donde antes maduraba la higuera y el limonero en medio de gallinas, rosas y conejos ahora volaba una proa muy aérea con un bauprés que luego sería el dormitorio principal. 
El nuevo arquitecto en aquel espacio tramó un ideal de volúmenes transparentes y colgados que se unían con una escalera de metacrilato sin pretil y cuando la obra estuvo terminada los labriegos la habitaron con una mezcla de orgullo y terror. 

Han pasado ya algunos años. Vestidos de negro, él con boina, ella con pañuelo y delantal, ambos se hallan encaramados desde entonces en lo alto de un espigón de cristal que hace de mirador y todavía no han osado bajar de allí, aunque los bomberos se han prestado a ayudarles. Gozan de una espléndida panorámica. Sentados en sillas de Philip Johnson, desde allí divisan todo el campo de coles y berenjenas, pero éste ya no les pertenece. Hubo que venderlo para que el chico lograra realizar su único proyecto.

Manuel Vicent
El País 5 de agosto de 1990

www.vaquerizoarquitectos.com
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Iglesia de San Nicolás en el Grau de Gandía


La iglesia de San Nicolás está situada en el Grao de Gandía (Valencia). El proyecto se redacta en 1959 por el arquitecto Gonzalo Echegaray Comba y los ingenieroEduardo Torroja y Jaime Nadal y se inaugura en 1962.
Eduardo Torroja quiso demostrar que la técnica del hormigón con acero pretensado era la adecuada para ese tipo de estructura. En ella nos muestra el profundo conocimiento que poseía, combinando las formas con los sistemas de fuerza introducidos de forma activa para dominar las leyes de la naturaleza a su gusto y expresar su creatividad.
Posee planta ligeramente trapezoidal, para enfatizar la perspectiva hacia el presbiterio y la estructura de la cubierta y los cerramientos laterales está constituida por dos grandes láminas plegadas que se apoyan en los muros de la fachada principal y el altar. Desde el interior la estructura de cerramiento y cubierta parece estar en el aire ya que ninguno de los paneles laterales llega hasta el suelo. Al estar la cubierta interrumpida en el lucernario la sensación de ingravidez es todavía mayor. Dada la complejidad del proyecto constructivo y lo novedoso de la técnica utilizada, varias empresas constructoras importantes de la época no se atrevieron a ejecutar los trabajos.
La hoja parroquial de la época rezaba lo siguiente:
“Una iglesia de construcción moderna, pero realizada con mucho gusto. Por no estar acostumbrados a estas cosas puede que a algunos les cause un poco de decepción, pero sólo de momento. Luego a medida que se acostumbre les irá gustando cada vez más.”


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